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Seit einem Monat besetzen chilenische Bergarbeiter eine Zeche: Die Regierung hatte zugesagt, ihnen bei der Übernahme zu helfen

Besetzung der Mine Santa Ana Südchile seit 5.12.2016, hier nach einem MonatIm Jahr 2015 hatten die damaligen Besitzer der kleinen privaten Kohlezeche Santa Ana in Curanilahue beschlossen, den Betrieb einzustellen. Worauf etwa 70 Mann der rund 180-köpfigen Belegschaft damals bereits die Zeche besetzten – bis die Regierung ihnen versprach, sie beim Wiederbetrieb in Eigenregie sowohl  finanziell als auch durch Strukturmaßnahmen zu unterstützen. In dem Artikel „El drama de 65 mineros a 700 metros bajo tierra: “El Estado tiene miedo que los trabajadores sean dueños de la producción”“ am 11. Januar 2017 bei El Desconcierto externer Link wird die Geschichte des Unternehmens nachskizziert, von der Genehmigung (und Förderung) durch die damalige Regierung 2008 bis zur Werksaufgabe – und den Aktionen der Belegschaft bis hin zur Gründung des Unternehmens Solidaridad Minera im Juli 2016. Die seit September 2016 keine Hilfe von der Regierung mehr bekommt – weswegen die insgesamt 180 Beschäftigten seit vier Monaten kein Einkommen haben. Die Regierung verweigert rundweg die nötige Hilfe von etwa 600 Millionen Pesos (etwa 800.000 Euro, der Wechselkurs ist rund 1:700) und stellt sich auf den Standpunkt, es handele sich um einen Privatkonflikt. Siehe dazu auch einen Bericht über Solidaritätsaktionen der Bevölkerung und eine Solidaritätserklärung des oppositionellen gewerkschaftlichen Netzwerkes CIUS:

  • Die Erklärung des Comité Iniciativa Unidad Sindical vom 09. Januar 2017 fasst die Entwicklung nochmals zusammen, kritisiert ausführlich die mediale Nichtbehandlung des Themas und ruft zur Unterstützung der Bergleute auf, die auch durch die Entsendung einer Solidaritäts-Delegation des CIUS verstärkt werden soll:
    DIRIGENTES SINDICALES VIAJAN A CURANILAHUE EN APOYO A LOS MINEROS QUE MANTIENEN TOMA DE MINA EN PROFUNDIDAD
    „Creemos que nuestros compañeros nos necesitan. Como cada grupo organizado que se rebela contra el sistema ellos están siendo censurados, ignorados y depende de nosotros que su lucha se mantenga y fructifique“.
    En poco tiempo se cumplirá un mes desde que más de 60 trabajadores mineros se encuentran encerrados en un pique minero a centenares de metros de profundidad.
    Al contrario de otros conflictos de trascendencia nacional en el ultimo tiempo (huelga Homecenter, machi Linconao), el caso de nuestros hermanos mineros en Santa Ana Curanilahue, parece no serlo, siendo casi completamente ignorado por la opinión pública nacional, debido al silencio casi absoluto de los medios de comunicación.
    Los trabajadores reclaman por una serie de incumplimientos suscritos por el gobierno y porque se inyecte de recursos a la faena para poder volver a operar.
    Este conflicto comenzó en el año 2015 cuando la mina, en ese entonces propiedad de los empresarios Paul Fontaine y Rodrigo Danús, decidió dejar de operar debido a que la mina no estaba en condiciones de ser explotada, quedando sus trabajadores desempleados y sin posibilidades de reinsertarse laboralmente en otra área.
    Eso llevó a los mineros a protestar descendiendo en aquella ocasión al fondo de la mina Santa Ana, movilización que se resolvió luego que el Gobierno suscribiera con los trabajadores una serie de acuerdos que consistían en la entrega de bonos para capacitación y la inyección de recursos para que la mina volviera a operar, en esta ocasión a cargo de los propios trabajadores.
    Pero a partir del mes de septiembre de 2016, dichos bonos dejaron de pagarse y la eventual inyección de recursos no fue contemplada en la ley de presupuesto para el año 2017, lo que motivó a los mineros a descender nuevamente al fondo de la mina. Informaciones de prensa dicen que “ … luego de haberse declarado en quiebra, la mina, que se encuentra sin permiso de funcionamiento pese a que se sigue extrayendo carbón, está siendo administrada por un liquidador y todos sus trabajadores fueron finiquitados, sin embargo, los trabajadores reclaman que no han recibido ningún peso. Los ex trabajadores se encuentran finiquitados, por lo que ya no existe vínculo laboral, mientras que siguen reclamando que se cumpla el protocolo de acuerdo firmado el año pasado que garantizaba la continuidad laboral. Los mineros calculan que se necesita cerca de 300 millones de pesos para echar a andar de nuevo el pique”.
    Creemos que nuestros compañeros nos necesitan. Como cada grupo organizado que se rebela contra el sistema ellos están siendo censurados, ignorados y depende de nosotros que su lucha se mantenga y fructifique.
    Una delegación de dirigentes del CIUS viaja en horas de esta tarde a la zona, con algunos viveres y agua, además que cada organización comprometió, en la medida de sus capacidades, aporte económico que será depositado durante estos días.
    Solicitamos, invitamos, demandamos, de cada organización sindical un gesto efectivo de solidaridad que se puede reflejar en visitas con ayuda o bien con depósitos a la CUENTA CORRIENTE 55300006328 del BANCO ESTADO A NOMBRE DE PARROQUIA SAN JOSE DE CURANILAHUE. Si realizan el aporte por transferencia, ingresar el RUT 80.066.526-4.
    La lucha de los trabajadores deben hacerla suya todos los explotados.
    Santiago, 09 de Enero de 2017
Kurzlink: https://www.labournet.de/?p=109755
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