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Updated: 18.12.2012 15:51
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Strike Bike: Una fábrica ocupada en Alemania

124 trabajadoras y trabajadores de la fábrica de bicicletas Bike Systems en la ciudad de Nordhausen no quisieron aceptar la desocupación sin oponer resistencia. Lo que están haciendo contra el cierre de su planta es dentro de Alemania un caso insólito. Desde el día 10 de julio mantienen la empresa ocupada. A fines de Octubre van a comenzar la producción autogestionada de 2000 bicicletas de solidaridad, “la bicicleta de huelga”: Strike Bike.

Nordhausen es una ciudad pequeña en el este de Alemania (Ex-RDA), con 43000 habitantes, de l@s cuales 7500 son desempleados. La producción de bicicletas empezó en el año 1986, como parte de una fábrica de motores con 4000 trabajadores. Después de la reunificación de Alemania se comenzó a desmantelar la industria del este y de estaplanta quedó solamente la producción de bicicletas, con 135 trabajadores y aprox. 160 contratad@s. La fábrica cambió de dueño varias veces. En diciembre del 2005 la empresa financiera Lone Star compró la planta en Nordhausen y otra fábrica de bicicletas en la ciudad de Neukirch (también en el este de Alemania). Obviamente el objetivo de esa compra fue un ordenamiento nuevo del mercado. Lone Star también había comprado 25 por ciento de la empresa de competencia MIFA (a 40 kilómetros de Nordhausen). Finalmente quedó en el mercado solo la MIFA. Primero cerraron la fábrica en Neukirch, en diciembre de 2006. Allí no hubo resistencia ninguna. L@s trabajadores en Nordhausen quedaron content@s por haberse salvado una vez más. Hasta que el día 20 de junio se les comunicó en una asamblea que al cabo de diez días se suspendería la producción. Asi como en Neukirch, también en Nordhausen al principio todo quedó tranquilo. No hubo ni protesta, ni propuestas de resistencia. En los días siguientes l@s trabajadores aparecieron en sus puestos de trabajo, como si nada hubiera pasado. Armaron las últimas bicicletas, terminaron todos los pedidos con el espíritu cumplidor de siempre, hicieron una pequeña fiesta de despedida y se fueron.

Hasta aquí todo eso suena como una de aquellas tristes historias habituales, de las cuales ya hemos vivido tantas en tantos lugares: Cuando les dijeron que la empresa andaba mal, l@s trabajadores renunciaron a parte de su salario – para conservar sus puestos de trabajo. Cuando el patrón les necesitaba, trabajaron horas extras, días feriados y fines de semana. Finalmente y a pesar de todo esto se decide cerrar la fábrica ¿Esto significa que ya no se puede hacer nada?

En este caso pasó otra cosa. Diez días más tarde, el 10 de julio hubo otra asamblea. La comisión interna hizo público el resultado de sus negociaciones con la empresa, sobre las condiciones de los despidos. Los gerentes habían anunciado que los fondos restantes de la empresa no alcanzaban para pagar los salarios de los plazos de despido que les correspondían a l@s trabajadores – y ni hablar de indemnizaciones o medidas ocupacionales. Después de aquella declaración se acabó la calma. Indignad@s por “la injusticia”, a l@s trabajadores se les ocurrió ocupar la planta. En seguida pasaron a la acción. Tod@s estuvieron de acuerdo, tod@s participaron.

A la busca de la cultura de huelga perdida

L@s compañer@s no tenían ninguna experiencia de lucha. Nunca habían hecho una huelga y tampoco sabían como se ocupaba una fábrica. Quedaron sorprendid@s de si mismos. No habían pensado que todo les iba a salir tan fácil. Primero se repartieron en turnos para hacer piquete en la puerta durante día y noche. Pintaron pancartas y consiguieron fogatas para poder resistir el frio de las noches. A una compañera se le ocurrió hacer un cartel: “Por favor, tocar bocina”. A partir de entonces hay un ruido infernal delante de la fábrica. Casi toda la gente que pasa por aquella carretera de mucho tráfico, muestra su solidaridad con bocinazos u otros ruidos. Les traen grandes cantidades de alimentos y donaciones. Obviamente muchos vecinos de Nordhausen ven la ocupación como una acción necesaria y de esperanza.

La empresa financiera Lone Star de Texas / EEUU maneja cientos de miles de milliones de dólares a nivel mundial. L@s trabajadores se enfrentaron con un enemigo poderoso. Además ya no tenían más medidas de presión en sus manos cuando pasaron a la acción. Las últimas bicicletas producidas ya salieron de la fábrica. La fábrica casi es un galpon vacio. Queda poca maquinaria y nada de material. No obstante en el segundo día de la ocupación, la empresa recurrió al juzgado para conseguir un orden de desalojo. Además intentaron intimidar a l@s trabajadores con un ultimátum y amenazas. Pero l@s trabajadores habían declarado que se encontraban en la fábrica por una asamblea prolongada, y el tribunal falló a favor de ell@s. El ultimátum pasó, la policia se retiró y la ocupación se hizo casi legal.

Durante los últimos años en varias empresas en Alemania l@s trabajadores hicieron asambleas de varios días – una forma de huelga camuflada en situaciones en las cuales la ley no permite una huelga. En Alemania se permite la huelga solamente en situaciones limitadas, bajo varias condiciones. Solamente los sindicatos (es decir: la burocracia) pueden llamar a una huelga. L@s trabajadores mismos no tienen ese derecho. Pero respecto a las asambleas hay un vacío legal: no existe una regla respecto a la duración máxima. En octubre del 2004 hubo una huelga salvaje en la fábrica de automóviles de Opel (General Motors) en la ciudad de Bochum. Algo que no había pasado durante más de treinta años. Contra el plan de despidos masivos pararon la planta durante seis días, ocuparon las puertas y no dejaron salir ni una pieza. Pero no se declararon en huelga, sino “en asamblea informativa”. Otro ejemplo fue la fábrica metalúrgica de la multinacional Alstom en la ciudad de Mannheim. Allí en abril del 2005 l@s dos mil trabajadores pasaron cinco días en asamblea, hablando sobre los despidos anunciados.

Durante mucho tiempo parecía que con l@s trabajadores en Alemania se podía hacer de todo, sin provocar resistencia. Pero en los últimos años volvieron los conflictos laborales abiertos. Hubo varias huelgas contra despidos o el empeoramiento de las condiciones de trabajo: en la empresa de catering Gate Gourmet en el aeropuerto de Duesseldorf, en la metalúrgica AEG en Nuremberg, en las fábricas de máquinas CNH y de electrodomésticos Bosch-Siemens en Berlin, en los servicios públicos en varias ciudades. Actualmente los ferroviarios están en conflicto, reivindicando un aumento de salario de 31 por ciento. Hasta ahora las luchas quedaron aisladas. No confluyeron en una oleada de huelgas. En los conflictos surgen principios de una nueva autonomía de l@s trabajadores. Pero al final siempre domina la lógica negociadora y conciliadora de la burocracia sindical. Los resultados materiales son pobres. Pero en los conflictos se sentía la voluntad de l@s compañer@s de pasar más allá de los rituales de la burocracia – de aquellos paros ordenados que no hacen ningun daño al capital y que ni siquiera tienen la intención de hacer daño. Surgieron nuevas formas de acción como bloqueos y cortes de ruta. Hubo intentos de superar la división entre l@s trabajadores de distintas sucursales: l@s trabajadores de las sucursales de Gate Gourmet en Duesseldorf y Londres, ambas en conflicto, se visitaron mutuamente, y l@s trabajadores de Bosch-Siemens en Berlin organizaron una “marcha de solidaridad” por todo el país para aliarse con trabajadores de la Siemens en otras ciudades. Ya que la burocracia no suele soportar intentos como aquellos, en varios casos hubo una colaboración entre trabajadores y grupos de apoyo de la izquierda. En el caso de la fábrica de bicicletas el sindicato metalúrgico oficialista apoya la ocupación. Pero para la acción “Strike Bike”, la producción autogestionada, l@s compañer@s trabajan al mismo tiempo con el pequeño sindicato anarcosindicalista FAU.

Strike Bike: Un poco de autogestión y mucha difusión.

La noticia extraordinaria de una fábrica ocupada en medio de Alemania, fue para vari@s compañer@s de la izquierda motivo para un viaje a Nordhausen. A l@s trabajadores les contaron historias de tiempos pasados y de paises lejanos: de la ocupación famosa de la fábrica de relojes LIP en Besan çon (Francia), en el año 1973, y de las empresas recuperadas en Argentina a partir del 2001. Algun@s les propusieron a l@s trabajadores de hacer lo mismo: volver a producir, en forma autogestionada, en lugar de seguir esperando que venga otro patrón inversor. Pero l@s trabajadores estaban con dudas. Con razón, ya que en este caso no se trata de un pequeño taller de bicicletas sino de 124 trabajadores y de una fábrica que actua en el mercado mundial. Las piezas vienen de China y de otros paises asiáticos. Hacer el montaje final en Alemania puede ser rentable por que los gastos de transporte de bicicletas enteras son mas altos. Pero el margen de ganancia es pequeño. Además no están claras las condiciones de compra que podrían conseguir l@s trabajadores si trabajaran en forma autogestionada. Comparada con las multinacionales, su empresa sería demasiado pequeña. Pero para inventar una producción autogestionada que sea viable en el mercado, son much@s trabajadores. No sería facil arrancar con la fábrica casi vacía. L@s compañer@s calculan que necesitarían unos siete milliones de euros para poder volver a producir. Todas aquellas condiciones no son las mejores para empezar un experimento de autogestión. Pero a algun@s compañer@s de la fábrica, les gustó la idea cada vez más. Cuando l@s compañer@s anarcosindicalistas de la FAU les ofrecieron ayuda en la venta y distribución, surgió la idea de producir una “bicicleta-obrera-solidaria”, de una edición limitada.

La Strike Bike es una bicicleta simple y sólida, a un precio de 275 euros. Para poder comprar los materiales a los precios correspondentes, hace falta producir por lo menos 1800 bicicletas. Además l@s clientes tienen que pagar la bicicleta pedida de antemano. El día 21 de Septiembre l@s trabajadores hicieron público el plan de la producción Strike Bike. La FAU instaló una página web y movilizó a todos sus contactos. L@s mismos trabajadores y otra gente de la izquierda difundieron la idea y las hojas de pedido. Varios sectores quedaron entusiamados por la idea Strike Bike. Durante los primeros días había muchas dudas, si iba a ser posible juntar tantos pedidos. Pero los pedidos fueron aumentando, día a día, llegaron de todas partes de Alemania e incluso de muchos otros países. La cantidad necesaria fue superada. Ya no serán acceptados más pedidos. L@s trabajadores ya pidieron los materiales para 2000 bicicletas. La producción se hará a partir del 22 de octubre, durante cinco días.

La ocupación ya lleva tres meses. Con la acción Strike Bike l@s compañer@s quieren rebatir la declaración de Lone Star, que la empresa no pueda ser viable. Al mismo tiempo van a probar que la producción industrial autogestionada es posible, no solo en Argentina. Pero para el futuro esperan poder encontrar un nuevo inversor que se haga cargo de la fábrica, dicen que ya hay varios interesados.

Si eso no ocurre, o si no ocurre a tiempo, reivindican una solución por parte del estado. Ya están en negociaciones con una institución del gobierno de la provincia para la fundación de una empresa temporal que les contrate por un año más. Esta es una medida habitual en Alemania para suavizar y calmar la situación cuando se cierra una fábrica: Se monta una nueva empresa con dinero de la empresa quebrada y del estado, y se contratan a l@s trabajadores por un plazo limitado. Durante ese plazo se intenta buscar alguna solución para l@s trabajadores, por ejemplo les ofrecen cursos de capacitación para otros trabajos. No obstante normalmente al final de la medida, much@s trabajadores terminan desocupados. O sea: es una medida típica del llamado “estado de bienestar”, para evitar conflictos. No obstante para l@s despedid@s puede resultar mejor que el despido inmediato.

Con el anuncio de la producción autogestionada, el conflicto de Bike Systems ha adquirido una nueva dinámica. Antes de la acción Strike Bike, la ocupación solamente salió en los medios locales y de izquierda. Ahora la bicicleta Strike Bike aparece en toda la prensa burguesa e incluso se pudo ver en varios canales de televisión. Esa notoriedad no les cae mal a l@s trabajadores, a la hora de reivindicar una solución por parte del estado. Todavía no se sabe cual será el resultado del conflicto. Pero de todas maneras, con lo que hicieron hasta ahora, l@s compañer@s ya probaron que la resistencia es posible. No se limitaron a llantos y llamamientossino tomaron una iniciativa. A pesar del argumento habitual que la empresa estaba en deudas y que ya no había dinero, no aceptaron los despidos sin indemnización y sin solución. Si ese ejemplo se difunde y se copia, a algunas empresas financieras se les podrían quitar las ganas de comprar fábricas para cerrarlas.

En la página YouTube hay dos videos cortos de la ocupación de la empresa Bike Systems:

http://www.youtube.com/watch?v=fxBmxViFcAI external Link Video

http://www.youtube.com/watch?v=dk1HfKffHcE external Link Video

La página de la acción Strike Bike (en varios idiomas):

http://www.strike-bike.de external Link

Resumen de informaciones (en alemán):

http://www.labournet.de/branchen/sonstige/fahrzeug/bikesystems.html external Link

Correo de l@s compañer@s de Bike System:

fahrradwerk@gmx.de


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